Casi cualquier actividad profesional podría y debería tener un e-commerce: Una tienda online sirve para vender productos, pero también para cobrar cualquier tipo de servicio. 

Sin embargo, crear una tienda online supone una inversión importante en tiempo y dinero. Hay que crear la web, configurar e-commerce, dar de alta los productos, solicitar un TPV virtual al banco y que lo apruebe, activarlo, gestionar el back-office…

Alternativamente se pueden crear accesos de pago con PayPal en tu web, que te permiten cobrar con tarjeta de crédito o débito sin configurar un e-commerce.

Es muy útil, por ejemplo, si:

• Ofreces un número limitado de productos o servicios.
• Quieres dar a tus clientes la opción de que paguen con tarjeta de crédito o débito una factura.
• Ofreces un alta a una entidad.
• Cobras una cuota mensual por algún servicio.

Es habitual desconfiar de PayPal por sus comisiones, que pueden subir hasta un 3,4% en función del importe de cada transacción, pero a menudo no están tan lejos de las comisiones que cobran los bancos por sus plataformas de pago online.