Cuando creamos o renovamos una web, uno de los perfiles más solicitados es la web «minimalista», «limpia», «clara», «blanca»… Normalmente tomamos esta referencia con cierto escepticismo, porque crear una web con estas características, que nos encanta, suele traer problemas con el cliente.

A muchos clientes les gustan este tipo de webs… cuando las ven en los demás. Pero una vez lo ven en las suyas se asustan, suele entrarles un “miedo al vacío”, la web les parece pobre, y empiezan a solicitarle al webmsater más contenido, el contenido más junto, más color… Como este tipo de webs no están pensadas para nada de esto, la web empieza  a torcerse y a complicarse, con el webmaster sin tener claro lo que está haciendo y el cliente insatisfecho, sin entender ni saber explicar qué es lo que quiere.

Antes de pedir una web «minimalista», «limpia», «clara», «blanca», debes saber que la mayoría de clientes no están preparados para que su propia web sea así, aunque estas webs les encanten en otros.