El cliente diseñador de webs
Las aportaciones del cliente siempre son básicas para crear una buena web. En primer lugar, porque es él quien conoce mejor que nadie su actividad y al público al que se dirige.
Algunos clientes, además de aportar a la web, deciden ejercer de diseñador y arquitecto web, pidiendo que se introduzcan aquí y allá sus ideas y soluciones. Están en su derecho, desde luego, ya que la web es suya.
Es una experiencia común en el mundo del diseño, y que nosotros hemos constatado, que a veces sucede lo siguiente:
- El cliente envía esbozos que ha hecho y/o soluciones de otras webs que le gustan para tomar como referencia, pidiendo que se reproduzcan y fundan en la web. Si el resultado no es satisfactorio, el cliente acaba culpando al diseñador.
- El cliente obliga a introducir en la web soluciones no óptimas en diseño, marketing online, calidad de la experiencia de usuario o optimización para buscadores. Si el webmaster es profesional, su obligación es explicar al cliente por qué lo que propone no es la mejor solución, con lo que a menudo se crean situaciones incómodas para ambos, y finalmente hacer lo que el cliente le pida.
Por nuestra experiencia, no pocas veces las webs en las que el cliente ejerce de diseñador acaban en insatisfacción del cliente. Por este motivo, cuando un cliente decide guiar el diseño de la web es importante definir previamente de forma clara qué espera el cliente que haga el webmaster, y finalmente asumir el resultado.