Algunos clientes se alarman por la careciente frecuencia con la que les informamos de intervenciones que les proponemos hacer en sus webs. Entendemos sus recelos, así que queremos explicarnos: No depende de nosotros, e informándoles les estamos dando un muy buen servicio.

Actualmente las webs se han profesionalizado. Los servidores y Google exigen que las webs estén permanentemente al día, estas exigencias no son opcionales y además aumentan de forma exponencial. E irá a mucho más.

Las webs que no se mantienen no sólo quedan anticuadas a ojos de los visitantes como ya sucedía antes, sino que van desapareciendo.

• El software con el que están hechas las webs queda obsoleto si no se actualiza, y la web tarde o temprano acaba colgándose. ¿Y cada cuanto se actualiza este software? ¡Constantemente! Un cliente que quisiera estar 100% al día (que no es necesario) debería actualizar el software de su web semanalmente, desde el mismo día en que se termina la web.
• Google deja de posicionar la web si no se cumplen sus nuevos y continuados requisitos.
• Los hackers atacan las webs débiles que no actualizan su software.

Todo va muy rápido, y las novedades y cambios son constantes: Es indispensable que los propietarios de webs entiendan que la época en la que las webs se creaban y se olvidaban ha terminado, y no volverá.

En adelante cualquier entidad, empresa o profesional debe prever una partida anual y asumir una inversión regular en su web, no sólo en crearla, exactamente igual que invierte regularmente en otros factores indispensables para su actividad.